El 15 de junio pasado se llevó a cabo el 2º Encuentro Virtual de Camino al Egreso, «Cuentos, juegos y juguetes sin estereotipos de género», a cargo de María de los Ángeles Luján. El evento organizado por la Dirección de Educación Superior y Artística y la Coordinación de Políticas para la Inclusión, tuvo la participación de 100 estudiantes interesados en la propuesta.
Durante el encuentro se abordaron los siguientes puntos:
- Concepto de juego y cuento como constructor de subjetividad en las primeras infancias.
- Ley 26.150 de ESI.
- Ley 26.743 de Identidad de género
- Juegos y juguetes no sexistas: Educar sin estereotipos de género
- Características asociadas a cada género y reforzadas socialmente
- Algunas herramientas a favor de una mayor igualdad entre varones, mujeres y disidentes para adultas y adultos que ejercer un rol de padres, madres, docentes o cuidadores.
¿Por qué pensar a los juegos sin estereotipos de género?
La propuesta establece que el juego es un factor de permanente activación y estructuración de las relaciones humanas. En medio de climas con altos márgenes de libertad como es el juego, las personas se conectan más allá de los prejuicios, estereotipos u otras ataduras sociales. Es aquí donde se preparan para los enfrentamientos sociales, las frustraciones, los miedos y el amor. El juego se presenta como “banco de pruebas” para niños, jóvenes y adultos. Es el medio fundamental para la estructuración del lenguaje, del esquema corporal y del pensamiento. El juego posibilita a las personas aprendizajes de fuerte significación. La construcción de la identidad es uno de los instrumentos privilegiados del juego, a edad temprana, el juego corporal, sensoriomotor y simbólico permiten el despliegue, el dominio, la motricidad, la estructuración del espacio, el conocimiento y la comprensión progresiva de la realidad, la elaboración y simbolización de deseos, temores, potencialidades y fantasías inconscientes.
Por más cuentos sin estereotipos
El cuento al igual que el juego es constructor de subjetividad a medida que vamos creciendo, nos permite transitar etapas constitutivas lógicas y también nos permiten atravesar las instancias simbólicas.
Los primeros años de vida de una persona son constitutivos a nivel biológico, cognitivo, social, emocional y psicológico. En esa etapa se construyen nuestros esquemas y estructuras a través de los cuales miramos el mundo. De estos esquemas derivan las creencias –atravesadas por las creencias parentales, sociales y culturales– que nos permiten asignar un significado específico a los acontecimientos que vivimos. Como padres, madres, familias, docentes y sociedad estamos atravesados por preconceptos, expectativas y mandatos sociales que muchas veces no se condicen con los deseos de nuestras/os niñas y niños. Además, existen muchas creencias fuertemente naturalizadas acerca de cómo ser niño, niña, varón y mujer. Tanto el sexismo como la igualdad se aprenden desde niña/o.
Trabajar con la infancia la perspectiva de género es una invitación a considerar las diferencias entre niñxs como construcciones sociales.
Sin embargo no es suficiente con enunciar estas formas de pensar en el juego sin estereotipos de género, porque el aprendizaje de las niñas y los niños se da a través de la observación, de manera vicaria. El aprendizaje vicario es el tipo de aprendizaje que ocurre cuando observamos lo que hacen las otras personas y extraemos una conclusión sobre el funcionamiento de algo. Es una forma de autoeducación que se realiza socialmente.
El término vicario viene de una palabra en latín que significa ‘transportar’, esto nos sirve para mostrar que es un tipo de aprendizaje en el cual el conocimiento es transportado del observado al observador. Desde esta teoría, Albert Bandura (1977) incorporó el factor social a los componentes conductuales y cognitivos, para analizar cómo aprenden las personas. Esto explica por qué tantas veces las niñas y los niños aprenden en mayor medida de aquello que ven, que de lo que los adultos y las adultas les dicen. Las acciones y el modelado (comportamientos que se imitan, asumidos como modelos) son las cartas con mayor puntaje en la infancia. Como es de esperar, el sexismo –como tantas otras funciones– se aprende desde la infancia, como así también la igualdad.
¿En qué lugar se ubica en este planteo la Ley de Educación Sexual?
También es necesario hablar sobre la Ley de Educación Sexual para poder desnaturalizar ciertos procesos de exclusión en las aulas.
En este sentido, es que en éste taller se trabajará visibilizar la temática con el fin de combatir la discriminación y la estigmatización a través de la educación, divulgación y toma de conciencia de los estereotipos sobre ser mujer o ser varón, o disidentes, y las expectativas en relación con el género.
Propuestas de la Línea Camino al Egreso
La Línea Camino al Egreso, perteneciente a la Dirección de Educación Superior y Artística tiene en su agenda programadas diversas actividades para este 2021, con el fin de que los y las estudiantes entren en diálogo con especialistas de distintas disciplinas para lograr un desempeño adecuado al momento de ejercer su profesión.
Una de las estudiantes que participó fue Gimena Gimenez quien además de participar en la propuesta de Camino al Egreso, destacó que éste tipo de actividades les permite en sus trayectorias formativas, profundizar sus conocimientos, con temáticas que ya pueden ir aplicando en sus propias Prácticas Profesionales.