Entre el 20 de marzo y el 7 de abril se desarrollará, por tercer año consecutivo, el Curso Introductorio que propone la Dirección de Educación Superior y Artística, destinado a ingresantes a carreras de formación docente y tecnicaturas.
Entre los ejes seleccionados por el equipo de profesionales de la DESyA (ya mencionados en https://des-tuc.infd.edu.ar/sitio/la-desya-prepara-el-curso-introductorio-2023/), se encuentra el de Problemáticas Sociales Contemporáneas, que aborda cinco problemáticas sociales contemporáneas: las fake news, la violencia en algunas de sus facetas (violencia en el noviazgo y pobreza); ESI, diversidad cultural (identidad marrón) y medio ambiente.
La selección es un recorte parcial guiado por el criterio de su carácter de ineludibles y urgentes. Como ciudadanas y ciudadanos no se puede desconocer la importancia de discutir y reflexionar sobre temas que interpelan en las calles, en las aulas, en las casas. En este sentido, poner en el centro del debate algunas de las problemáticas sociales contemporáneas promueve la participación ciudadana activa de las y los estudiantes y fortalece su posición como garantes de derechos.
En este sentido, un contenido novedoso y relevante que se trabajará por segundo año consecutivo es el de Alfabetización Mediática e Informacional, un tema cuyo tratamiento es promovido por la UNESCO «a fin de que las personas puedan pensar de manera crítica y hacer clic sabiamente«.
¿Por qué la Educación Superior debe formar en AMI a sus futuros profesionales?
Es importante que estudiantes y docentes reflexionen sobre lo ocurrido en el sector de las comunicaciones, que en su momento había sido manejado exclusivamente por parte de las élites del ámbito de la radiodifusión y los medios impresos, pero hoy se caracteriza por una difusión del poder que ha dado lugar a «periodistas ciudadanos», «facebookers«, «tuiteros», «blogueros» y «videoblogueros». Por tanto, las noticias, la información y el entretenimiento ya no constituyen ámbitos exclusivos de los distribuidores y creadores de contenido tradicionales. Actualmente, una persona promedio es, al mismo tiempo, consumidor y creador de contenido, y es capaz de compartir su perspectiva y su visión del mundo desde cualquier aldea conectada situada en cualquier parte del mundo.
A medida que la población avanza hacia una mayor dependencia de las fuentes en línea, también se vuelve más susceptible al contenido nocivo. La información se crea, se distribuye y se acumula en una escala sin precedentes, pero la mayor parte de la gente no sabe cuándo, ni conoce la naturaleza o la medida en que se almacena, se consulta y se comparte la información sobre ella. Esta deficiencia es una de las preocupaciones más apremiantes dentro de la transición hacia un mundo en el que la gente desarrolla relaciones de confianza más profundas y cercanas con los dispositivos “inteligentes” controlados por una Inteligencia Artificial.
Es por todo lo mencionado que se consideró imprescindible abordar la cuestión con los y las ingresantes a carreras de Educación Superior, que como futuros profesionales deben estar al tanto de esta problemática social contemporánea y actuar en consecuencia, siendo críticos y responsables en el manejo de información.
A propósito, la Directora de Educación Superior y Artística, Lic. Adriana Cuello, expresó:
«Hace dos años que en el Curso Introductorio a las carreras de nuestros IES introdujimos contenidos y estrategias de AMI (alfabetización mediática informativa) que tiene como finalidad que nuestros estudiantes sean usuarios críticos de la información recibida a tra ves de los medios de comunicación y las redes.
Entendemos que esta incorporación es una forma de desarrollar las competencias ciudadanas de nuestros estudiantes y proteger nuestra democracia, sobre todo en este año que conmemoramos los 40 años inenterrumpidos, porque la desinformación, la información falsa o incorrecta con el propósito deliberado de engañar, se ha extendido en nuestras sociedades a nivel global y termina afectando la vida de las personas. Sobre esta cuestión nos alertaron tanto la UNESCO como la OMS en el contexto de pandemia (INFODEMIA)».
El propósito de la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) consiste en empoderar a los usuarios de la tecnología a través del aprendizaje continuo y la adquisición de conocimientos acerca de las funciones de los medios de comunicación; los mecanismos para la creación y distribución de contenidos; los efectos de los medios de comunicación; los derechos de las personas a la información y de expresión; las responsabilidades de aquellos que utilizan, arbitran y controlan los medios de comunicación; así como un diseño y un uso éticos de las tecnologías nuevas y emergentes.